
Día Universal del Niño
Lisa Henry, redactora voluntaria de contenido
Establecido en 1954, cada 20 de noviembre el Día Universal del Niño celebra y promueve el bienestar de la niñez. Este día marca el momento en que la Organización de Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos del Niño, la cual proclama la importancia de la educación y que toda la niñez debe tener acceso al aprendizaje.
La estrategia educativa de la UNICEF para 2030 tiene el propósito de garantizar que niñas y niños de todas las edades cumplan metas educativas, como estar preparados para la escuela y adquirir las habilidades básicas. Su estrategia ha identificado el acceso no equitativo al aprendizaje y que las crisis educativas y humanitarias son barreras para una educación de calidad. La Fundación Breteau reconoce también que es necesario eliminar estas barreras para tener un mejor acceso a la educación. Vemos a la educación como un derecho humano fundamental, una forma de facultar, un instrumento para la movilidad social y una plataforma para el desarrollo personal. Nuestros programas facilitan este pensamiento y nos capacitan para ayudar a la niñez en los países en desarrollo.

A través de nuestros programas en Líbano, Colombia, República Dominicana y Sudáfrica, continuamos asociándonos con escuelas locales en algunas de las áreas más remotas para asegurar que los niños que allí viven puedan acceder también a materiales y tecnologías de aprendizaje a la altura de los estándares en el resto del mundo..
Antes de la pandemia global, 2.3 millones de niños en edad de educación primaria en la región de América Latina y el Caribe no asistían a la escuela (UNESCO 2019). En África Subsahariana eran 3.2 millones, y en el norte de África y regiones de Asia, 5.7 millones de niños no asistían a la escuela. Nunca habíamos experimentado la escala actual de interrupción del aprendizaje en todo el mundo, estimándose que mil millones de alumnos se vieron afectados durante el pico de la pandemia este año. Para los países ya desfavorecidos, el cierre de escuelas en todo el mundo ha ampliado todavía más la brecha educativa. Muchos más niños de los países en que trabajamos ahora no solo no faltan a la escuela, sino que tampoco pueden satisfacer sus necesidades básicas, ya que carecen de los alimentos que recibían en sus escuelas, internet o tecnologías de información y comunicación.

A pesar del enorme impacto humanitario que la COVID tuvo este año y de las agravantes barreras que enfrentan los niños y las comunidades con que trabajamos, hemos hecho todo lo posible por adaptar nuestros programas y por ser ágiles en nuestro enfoque. Nuestro equipo desarrolló 17 nuevas iniciativas a escala internacional que permitieron ayudar a 17 mil estudiantes en más de 100 escuelas y capacitar a casi 650 docentes. En Sudáfrica, estamos entregando paquetes de plastilina a través de nuestra asociación con MindJoy, una organización sin fines de lucro que provee paquetes de plastilina educativa que ayudan a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, lectura, escritura y matemáticas básicas mediante el juego creativo. En Colombia, donamos licencias de aplicaciones y aseguramos que los niños sigan recibiendo enseñanza de aritmética básica y alfabetización a través de la aplicación educativa e-Scuela, y en Líbano la miniescuela-carpa abrió sus puertas a los niños.
En preparación para el Día Universal del Niño debemos reflexionar sobre qué más podemos hacer{2><2} para apoyar a la niñez que se han visto desproporcionadamente afectada por esta crisis. Piense en cómo puede recabar fondos con amigos y familiares. Sea creativo: organice una noche de cine con cobro de entrada o incluso una sesión de bingo cuyas ganancias se puedan donar a organizaciones educativas benéficas que trabajan tenazmente para asegurar que los niños desfavorecidos puedan continuar aprendiendo y se satisfagan sus necesidades. Si no tiene la opción de recaudar fondos, dedique tiempo a correr la voz en sus redes sociales sobre el excelente trabajo de estas organizaciones benéficas u ofrézcase como voluntario en un programa de alfabetización o de tutoría. Para este próximo Día Universal del Niño aún existen muchas formas de lograr un impacto, con las cuales la más mínima contribución puede marcar una enorme diferencia para cerrar la brecha de la educación.